Texto de Nikolay Yordanov.
Lo habitual en un autor como Dan Brown, desconocido para el mundo hace muy pocos años, es que siga en la estela de una carrera ejemplar, independiente de la calidad literaria que ofrecen sus libros. Lo que de verdad podemos notar al leer un nuevo libro de Brown, es que sigue despertando interés y escribiendo libros que merecen la pena ser leídos a pesar del éxito y las ventas. Libros que consiguen despertar una curiosidad inusual por temas, muchas veces desconocidos, pero que al final de la narración, no dejan indiferente a nadie.
Inferno, que ya por su nombre nos quiere adentrar en el mundo de Dante Alighieri que no muchos conocemos con profundidad o es totalmente desconocido para otros. Florencia, Venecia y Estambul, un camino largo, pero a la vez tan fascinante de recorrer entre misterios y enigmas que con cada página nos hacen más partícipes de un viaje que no podremos olvidar.
A parte de la impresionante y minuciosa descripción de lugares a los que nos entran unas ganas irresistibles de visitar, diría que hay un factor que hace aún mejor esta novela, sus personajes.
El conocido profesor de simbología, Robert Lagdon que nos sigue sorprendiendo con su agudeza y rapidez mental, pero esta vez quizás deslumbrado por otra estrella, Sienna Brooks. La historia tan bien elaborada y construida de la misteriosa Sienna hace aún más enigmática e interesante la novela. Sin olvidarnos, por supuesto, de un malvado cuyos ojos verdes nos persiguen durante todo el relato porque la importancia de su personaje radica en la obra que nos deja “bajo las estrellas”.
Después de leer el libro es evidente la impresionante labor de documentación, pero también la creatividad que hacen que no sólo disfrutemos de lo desconocido, sino que queramos saber más de lo que nos ofrece como conocido, aunque en el fondo, y como es típico de Brown, nada es lo que parece.
Ahora bien, no hay que olvidar que esta novela no es sólo de aventura y ficción. Como ya nos tiene acostumbrados, el autor intenta ser polémico, pero no con invenciones o ciencia ficción, sino con hechos muy reales, que al final del libro nos hacen reflexionar sobre nuestro propio presente, y sobre todo, futuro no tan lejano.
La sobrepoblación, la Organización Mundial de la Salud, El Consejo de Relaciones Externas, la modificación genética, sólo son algunas pistas que nos deleitan a lo largo de esta historia de ficción, o no de tanta ficción, como ya resaltó Maquiavelo (y recoge el autor):
“Cuando todas las provincias estén repletas de habitantes que no puedan vivir donde están ni trasladarse a otro sitio… el mundo se purgará a sí mismo.”
En definitiva, tal y como diría el protagonista por excelencia de esta novela, Dante Alighieri “los lugares más oscuros del inferno están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en épocas de crisis moral”, y ahora sólo depende de nosotros mismos, si nos atrevemos a recorrer pasillos tan oscuros en los que la única alternativa es seguir hacia adelante, porque una vez leídas las primeras páginas, te das cuenta, de que no hay vuelta atrás… Cerca Trova.
